La danza del vientre tiene sus orígenes en Egipto, donde se combinan elementos tradicionales de Medio Oriente y otros del Norte de África. Se bailaba en los templos, como homenaje a la fertilidad, la tierra y la adoración a los dioses. Se dice que el nombre proviene de las mujeres, que hacían esto como un baile para la luna. Se realizaba de noche y dejaban su vientre descubierto para que les diera fertilidad.
La danza del vientre se le denomina Raks Sharki en los países árabes. Es una variación de Raks Baladi, que es una danza muy elemental, prácticamente con movimientos principalmente de cadera y sin desplazamientos. A la evolución de esta danza se le llama danza del vientre e incluye movimientos del folclore egipcio, danza clásica y contemporánea, con grandes desplazamientos y movimientos con todas las partes del cuerpo, pero sobre todo de la cadera.
La danza del vientre es una danza oriental tradicional folclórica principalmente realizada por una sola bailarina, aunque en la actualidad se pueden ver espectáculos con coreografías y diferentes bailarinas. Se caracteriza por sus movimientos fluidos y suaves, coordinando a la vez las diferentes partes del cuerpo. Los movimientos característicos de esta danza son el movimiento de los brazos, que pueden ir a un ritmo diferente del que se mueve la cadera. El centro de atención del baile es la cadera y el vientre, alternando movimientos rápidos y lentos y se enfatizando en los músculos abdominales. El pecho y los hombros también realizan movimientos, con los brazos serpenteantes. Cada movimiento que se realiza tiene un significado, por ejemplo los movimientos ondulatorios, rotativos, que por lo general son lentos simbolizan la tristeza; en comparación con los movimientos rápidos, vibraciones y golpes la bailarina expresa alegría. Esta danza busca una armonía entre el hombre y la naturaleza; esto se puede ver, por ejemplo, en las plantas de los pies que se apoyan bien sobre el suelo, lo que simboliza la tierra, o también cuando la bailarina extiende sus brazos siempre forman una semi “U” y nunca están caídos, esto simboliza a las aves.
La vestimenta para esta danza consiste principalmente en un top o sujetador ajustado (normalmente adornado con monedas o cuentas), un cinturón situado en la cadera (también con cuentas o monedas) y pantalones y faldas tipo harén, que pueden ser lisas o en capas, etc. También se hace uso de velos para enmarcar los movimientos. No obstante, la vestimenta ha sufrido un cambio con el transcurso del tiempo, ya que originalmente las bailarinas egipcias llevaban un tipo de faja a la altura de la cintura, una falda de lino o algodón muy sencilla y los senos al aire. Además, las bailarinas se tatuaban a la diosa de la sexualidad, tanto en los muslos como en los brazos.
Esta danza tiene beneficios tanto físicos como mentales, incluso algunos doctores recomiendan que antes y después del parto se realice la práctica de esta danza para poder fortalecer los músculos y poder tener una recuperación más rápida.