11/05/2017

Baile interpretativo

El baile interpretativo es un estilo de danza donde básicamente no existen reglas. La música es tanto suave como dinámica, no contiene letra y el bailarín marca los pasos al ritmo y al compás de la música. Los movimientos, en este caso, sirven para expresar sentimientos del bailarín.

Este tipo de danza comenzó siendo una readaptación del estilo de baile clásico después de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, al poco tiempo de empezar a rediseñarlo, los bailarines comenzaron a aparecer en los escenarios con los pies desnudos, improvisando en sus bailes y añadiendo una gran cantidad de saltos, piruetas e incluso algunas contorsiones según su cuerpo se lo permitía. Con esto se creó una revolución, dado que se utilizaba la música clásica que ya se conocía, pero con movimientos nuevos que eran mucho más significativos y que representaban el mismo sentir de los bailarines.

Con el paso del tiempo, este estilo de baile fue adquiriendo cada vez más fuerza y se fue haciendo más viral, de modo que comenzaron a practicarlo una gran cantidad de bailarines. Cuando este estilo de baile llegó a los escenarios, se modificaron los vestuarios para adaptarlos a este tipo de danza. Generalmente se usaban leotardos para mayor agilidad y movimiento de los bailarines, pero actualmente se utiliza otro tipo de vestimenta que ayude a reforzar el sentimiento que se desea transmitir al espectador.

El baile interpretativo es bastante conocido. Las academias de baile enseñan principalmente a interpretar la música, al igual que realizar diversos movimientos como son los saltos y las piruetas; el resto proviene del sentimiento del bailarín. Las escuelas más importantes son la americana y la europea. Las coreografías que se llegan a mostrar se utilizan sobre todo en representaciones teatrales y en concursos de baile, siendo estas muy atractivas en todos sus aspectos.

Siempre es bueno probar algo nuevo y más si esto ayuda a expresar el sentir de diferentes formas. El baile interpretativo es muy libre, hasta el punto de permitir adoptar movimientos de cualquier estilo de danza. Incluso muchos bailarines han adoptado movimientos como los del yoga o incluso de las artes marciales para desarrollar sus coreografías.